jueves, 14 de marzo de 2013

Picasso-Arlequín: la Commedia dell’Arte autobiográfica


Desde la Edad Media, pero sobre todo a partir del siglo XVI, Arlequín se convirtió en uno de los personajes más reconocidos de la Commedia dell’Arte italiana, después importada a Francia con las pertinentes adaptaciones culturales y de contexto. Si bien podría tomarse como hecho aleatorio el que Picasso secuestrara su personalidad para disfrazar sus emociones bajo sus rombos de colores, inspirado por el ambiente circense que tanto frecuentaría tras instalarse en París, quizá sería necesario, dado el tema que queremos tratar aquí, ir más allá. El bufonesco criado, astuto, avaro, enamorado en constante lucha por Colombina, que era Arlequín no parece, así descrito, un mal alter ego para Picasso, si bien se hace necesario hacer algunas matizaciones. Bufones, arlequines, saltimbanquis, acróbatas, todos al fin y al cabo payasos que hacen reír, entretienen sometidos a un público, todos y cada uno piezas de un mismo puzle de significados, teniendo en cuenta la traducción al contexto contemporáneo de los circos de París del momento, tan inspiradores para nuestro artista. Picasso, no enamorado de Colombina, no así en lucha con Pierrot, sino enamorado de su propio arte, buscando quizá un estilo propio, aún deudor de Lautrec, entre otros, contra quienes él probablemente luchaba, o buscando quizá el éxito, luchando contra el fracaso, buscándose primero a sí mismo a través de alter egos, quizá encontrándose después en su cariz más inquieta a nivel artístico y más sensacionalista a nivel personal. Al fin y al cabo, Picasso como esa pieza del mundo del arte, ese payaso escénico que se maquilla o se pone un antifaz y un disfraz, dando una cara y ocultando otra. Quizá sea Picasso ese Arlequín maquillándose de 1905, o el más explícito En el Lapin Agile.
En palabras de su amigo Apollinaire era un momento en que "llegó la calma (…). La pintura acoge, calienta y blanquea sus colores para decir la fuerza y la duración de las pasiones, cuando las líneas limitadas por la malla se curvan, se cortan y se elevan".  

Arlequín maquillándose. 1905.
Gouache sobre cartón

En el Lapine Agile. 1905



Edith Carrillo

Para más información:
- DAIX, Pierre. "Los años del gran cambio". En Picasso 1905-1906. De la época rosa a los ocres de Gósol. Barcelona. Electra. 1992.

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